Paul Eluard
NADIE
Él coloca un pájaro en la mesa y cierra las puertas. Se peina,
sus cabellos en sus manos son más suaves que un pájaro.
Ella predice el porvenir. Y yo estoy encargado de verificarlo.
El corazón dolorido, el alma apenada, las manos rotas, los
cabellos blancos, los prisioneros, toda el agua está sobre
mí como una herida al aire.
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